LUZBY BERNAL

viernes, 30 de julio de 2010

El SIDUR.

El Otro Lado del Sidur Por Yerachmiel Tilles




El Otro Lado del Sidur Por Yerachmiel Tilles


Simon Wiesenthal, el famoso cazador de Nazis, una vez dio una conferencia en el Congreso de Rabinos europeos en Bratislava, Eslovaquia. Los rabinos entregaron a Wiesenthal, de 91 años, un premio y el Sr. Wiesenthal, visiblemente conmovido, les contó la siguiente historia: Sucedió en Mauthausen, poco después de la liberación. El campamento recibió la visita del Rabino Eliezer Silver, Director de Agudat HaRabanim (Unión de Rabinos Ortodoxos de América del Norte), que llegaba con la misión de ofrecer ayuda y confortar a los sobrevivientes. Rabí Silver también organizó un Servicio especial, e invitó Wiesenthal a unirse a los otros sobrevivientes en la Plegaria. Simón Wiesenthal rechazó la invitación, y le explicó por qué. “En el campamento,” Weisenthal dijo al Rabino Silver, “había un hombre religioso que de algún modo se las arregló para pasar de contrabando un Sidur (Libro de Rezos). Al principio, admiré terriblemente al hombre por su valor- ya que había arriesgado su vida para traer el Sidur al campo. Pero al otro día comprendí, para mi horror, que este hombre ‘alquilaba’ este Sidur a la gente a cambio de comida. Estos judíos le entregaban su último pedazo de pan, para poder tener durante unos minutos el Libro de Rezos. Este hombre, que estaba muy delgado y enflaquecido cuando empezó con todo este tema, llegó a comer tanto de pronto, que murió antes que todos los demás pues su sistema digestivo no pudo adaptarse.” Simón Wiesenthal continuó: “Si así es cómo los judíos religiosos se comportan, no tengo nada que hacer con un Libro de Plegaria.” Cuando Wiesenthal se volvió para alejarse, Rabí Silver lo tocó suavemente en el hombro y le dijo en idish: “Du dumer ( hombre tonto). ¿Por qué miras al judío que utilizaba su Sidur para sacar la comida de las bocas de gente hambrienta? ¿Por qué no miras a los muchos judíos que dieron su último pedazo de pan para poder usar un Sidur? Eso es fe. Ése es el verdadero poder del Sidur” y luego, el Rabino Silver lo abrazó. -”Al otro día concurrí a los Servicios” dijo Wiesenthal.





Que las tiernas manos de Dios te sostengan hasta que encuentres la plenitud de tu alma. Que el Señor habite en tu corazón






La armonía, el amor y la luz están donde la vida te lleve. La iluminación de tus días y los colores con que los veas dependen de vos. No lo olvides, vos y sólo vos sos el hacedor de tus sueños y tu destino.

Meditaciones en el mar rojo.

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