LUZBY BERNAL

domingo, 28 de noviembre de 2010

[2-4] "MENTIRAS PALESTINAS" El video que los PALESTINOS NO QUIEREN QUE ...

Los Judios No Le Quitaron Tierra A Nadie


Escrito por Joseph Farah traducido por Michael Joseph Navarro
Por ser el crítico árabe americano más reconocido de Yasir Arafát y de la agenda farsa “palestina”, recibo mucho correo de odio. Hasta he recibido más de mi porción de amenazas de muerte. La mayoría de aquellos quienes me atacan – por lo menos aquellos quienes se toman la molestia de pasar más allá de palabras malas e insultos – dicen que yo no más no comprendo o no tengo simpatía por estos pobres árabes quienes fueron desalojados, sacados a la fuerza de sus casas y convertidos en refugiados por parte de los israelitas.
     Déjeme declarar esto con sencillez y claridad: Los judíos en Israel no le quitaron tierra a nadie.
     Cuando Mark Twain [escritor reconocido norteamericano] visitó a la Tierra Santa en el siglo 19, fue profundamente desilusionado. No vio a gente alguna. Él se refirió a la Tierra Santa de ser como un desierto inmenso. La tierra que ahora conocemos como Israel estaba prácticamente despoblada. Al empiezo del siglo 20, eso empezó a cambiar. Judíos por todo el mundo empezaron a regresar a la tierra de sus antepasados – la Tierra Prometida cual Moisés y Josué antes habían conquistado hace milenios, cristianos y judíos creen, por orden directo de Dios. Eso no es decir que no había una enorme presencia de judíos en la Tierra – particularmente en y alrededor de Jerusalén. En 1854, de acuerdo a un reportaje en el New York Tribuna [Tribuna de Nueva York], judíos constituían dos tercios de la población de esa ciudad santa. ¿Cuál era la fuente de esa estadística? Un periodista del Tribune asignado ese año al Medio Oriente. Su nombre era Karl Marx. Sí, ese Karl Marx.
Un guía de viajes de Palestina y Siria, publicado en 1906 por Kart Baedeker, ilustra el hecho deque, aún cuando el Imperio Otomano Islámico gobernaba en esa región, la población musulmana en Jerusalén era mínima. El libro calcula a la población total de la ciudad en 60,000, de quienes 7,000 eran musulmanes, 13,000 eran cristianos, y 40,000 eran judíos. El libro declara, “El número de judíos ha aumentado mucho en las últimas cuantas décadas, a pesar del hecho de que les es prohibido inmigrar o de poseer tierra hacendada.” Apesar de que los judíos eran acosados, aún así vinieron a Jerusalén representando a la enorme mayoría de la población tan temprano como el 1906. Y aunque hoy en día los musulmanes reclaman a Jerusalén de ser el tercer lugar más santo del Islam, cuando la ciudad estaba bajo reino islámico, ellos le tenían muy poco interés.
Al llegar los judíos, desecaron a los pantanos e hicieron florecer a los desiertos, empezó ocurrir algo interesante. Los árabes le siguieron. No les culpo. Tenían buena razón de venir. Vinieron por trabajo. Vinieron por prosperidad. Vinieron por libertad. Y vinieron en números grandes.
En 1939 observó Winston Churchill, “Lejos de ser acosados, los árabes se han amontonado en el país y se han multiplicado hasta que su población ha incrementado más de la que pudiera levantarse toda la población mundial de judíos.” Entonces llegó 1948 y la gran repartición. Las Naciones Unidas propuso la creación de dos estados en esa región uno judío, uno árabe. Los judíos agradecidamente lo aceptaron. Los árabes lo rechazaron con furia y declararon guerra.
Líderes árabes instaron a árabes dejar esa región para que no fueran sorprendidos en el cruzado de fuego. Se les dijeron que podrían volver a sus casas después de que Israel fuese aplastado y los judíos destrozados. No salió así. De acuerdo a la mayoría de los cálculos, varios cientos de miles de árabes fueron desalojados por esta guerra, no por causa de agresión israelita, no por ningún agarre inmobiliario por parte de los judíos, y no por causa del expansionismo israelita. De hecho, existen muchos registros históricos demostrando  que los judíos animaban a los árabes que se quedaran y vivieran en paz con ellos. Mas trágicamente eligieron irse.
Cincuenta y cuatro años después, los hijos e hijas, nietos y nietas de aquellos refugiados están todavía con demasiada frecuencia  viviendo en campos para refugiados no a causa de intransigencia israelita, empero porque son usados de mala forma como tema político por parte de los poderes árabes. Estos pobres mal afortunados podrían ser acomodados en una semana por los ricos estados petroleros árabes que controlan al 99.9 por ciento de la masa terrenal del Medio Oriente, pero virtualmente se mantienen como prisioneros, llenos de odio mal dirigido hacia los judíos, y armados como mártires suicidas por parte de las potencias árabes.
Esta es la verdadera historia moderna del conflicto árabe-israelita. Los judíos en ningún momento extirparon a familias árabes de sus casas. Cuando habían escrituras de título de propiedades que comprar, los judíos los compraban en precios inflados. Cuando no las habían, obraban a la tierra para que pudieran tener un lugar en donde vivir sin la persecución a que se enfrentaban por todo el mundo.
Es una mentira grande que los israelitas desalojaron a alguien, una serie de mentiras y mitos cuales tienen al mundo al punto de cometer aún a otra injusticia enorme contra los judíos.

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29 November 2010 | 22 Kislev 5771 Beth HaDerech Local Time 09:36 PM



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