LUZBY BERNAL

sábado, 27 de noviembre de 2010

Amar a Dios es amar a toda vida
Por Babaji
Nota: este dictado fue entregado el 12 de julio de 2008 en la ciudad de Roldanillo a través de Walter Javier Velásquez.
La medida de la espiritualidad
Amados, si pudieran conocer la esencia pura del Amor de Dios que YO SOY, del Amor del Dios verdadero que habita en cada uno de ustedes. No ese dios castigador y enjuiciador, no ese dios falso al que han tallado en piedra, sino el Verdadero Dios que habita en cada corazón sobre la Tierra.
Amados, la espiritualidad no se mide por la cantidad de horas que pases meditando en posición de loto. La espiritualidad no se mide por la cantidad de libros que puedas leer. La espiritualidad no se mide por el número de talleres, retiros o conferencias a los que haz asistido. La espiritualidad no se mide por la cantidad de mantras que recitas de memoria o el número de Rosarios que haz dado. La espiritualidad no se mide por nada de esto amados. Todas estas cosas son externas y cuando no se hacen desde el corazón simplemente son vanas.
Amados, la espiritualidad se mide por la capacidad de ver la viga en el propio ojo para reconocer y soltar los errores. La espiritualidad se mide por la capacidad de tocar a un alma, la capacidad de acercarte al corazón de alguien que sufre porque se siente solo y abandonado en este mundo; alguien que siente que ya no tiene fuerzas para seguir adelante porque cree que la vida es una carga muy pesada, alguien que cree que ya no hay una razón para seguir viviendo. Es en la capacidad de acercarse y tocar a ese “alguien”, de darle una palabra de apoyo, de darle aliento, de darle una palmadita en la espalda y motivarlo para que siga adelante, como yo podría medir la espiritualidad.
Así que amados, no crean que el conocimiento intelectual significa avance espiritual. El conocimiento intelectual del sendero espiritual es en verdad necesario porque es –hasta cierto punto- el mapa que marca el camino hacia donde vas. Pero si ese conocimiento intelectual no se pone en práctica se vuelve obsoleto, se convierte en basura que año tras año vas acomodando en los anaqueles oxidados del cuerpo mental.
Amados, ¿De que sirve la teoría que no se lleva a la práctica?, ¿De que sirve el amor que no se use para ayudar a otro a elevarse? Y si quieres dar amor a los demás, empieza por dar amor a la persona más importante que Dios ha puesto bajo tu cargo: tú mismo. Si, tú eres la primera persona que Dios ha puesto bajo tu cuidado. Así que empieza por darte ese amor a ti mismo. Acéptate tal como eres (con virtudes y defectos) y ten esa convicción de seguir siempre adelante avanzando paso a paso en el sendero.
No hay excusa para dejar de servir
Al mismo tiempo que aprendes a darte amor a ti mismo, empieza a darle amor a los demás, empieza a tocar los corazones. Y si crees que no puedes hacerlo, si piensas que no puedes ir a la calle a recoger a un indigente para lavar sus heridas -como lo hacia la Madre Teresa- no te culpes por ello. Dios no te va a culpar ni a señalar por el hecho de que no puedas actuar de esta manera. Pero que entonces eso no sea una excusa para dejar de servir.
Amados, para que una persona vaya a la calle a servir y a lavar las heridas de alguien necesita de un apoyo económico. Así que si no puedes ir directamente al “campo de batalla”, apoya a aquellos que tienen la capacidad y la vocación de hacerlo.
Este es el Alfa y el Omega del servicio: hay unos que no pueden ir directamente al campo de batalla, pero los que pueden ir tampoco podrían hacerlo sin otros que les den el apoyo económico y logístico que se necesita.
Así que no hay excusa para no servir. ¡Y vale la pena servir! Si tienes la capacidad de ver al Cristo en cada corazón que encuentres en la calle, si realmente puedes ver el Cristo en estos niños de la Fundación Caridad y de muchas otras instituciones que existen en el planeta Tierra, entonces podrás Dar mucho.
Pero, si te da miedo Dar para ayudar a estos niños es porqué todavía tienes una ignorancia absoluta de lo que es la Vida y de lo que es Dios. Porque si te duele Dar de lo que tienes para ayudar a un niño que lo necesita es porque no has podido soltar la conciencia del egoísmo, del temor y la sensación de estar separado de Dios. Entonces crees que ese niño al que le puedes ayudar a través de esta Fundación o de otras es alguien separado o diferente a ti.
Debes darte cuenta de que ese niño es tu mismo: Tú eres Dios y él es una extensión tuya que Dios ha puesto a tu cargo para probar cual es esa capacidad que tienes de Dar amor, de servir y de sacrificar –si es que se puede usar la palabra “sacrificio”- algo de lo que empleas para tu beneficio, para darle a alguien que realmente no tiene nada en este mundo.
Si comprendieras las leyes espirituales de Dios que dicen que lo que siembras cosecharás, si entendieras las leyes espirituales que dicen –según San Francisco- que es al Dar como recibimos; entonces entenderás que no hay pérdida alguna al Dar, que no estás perdiendo nada, que no estás arrojando nada a un abismo sin fondo sino que en realidad estás dando para el crecimiento de la vida de otros y de ti mismo. La enseñanza suprema es que todos somos Uno.
Qué significa amar a Dios
Así que si no puedes amar al prójimo, si no puedes amar a ese niño que te necesita o a ese anciano que está en la calle desprotegido, es simplemente porque no te puedes amar a ti mismo. ¿Por qué no te amas a ti mismo? Porque no puedes amar a Dios. Si dices que amas a Dios pero no puedes ayudar al prójimo, te digo: ¡Eres un hipócrita! eres un mentiroso y un blasfemo.
¿Cómo pretendes amar a un Dios que está en el cielo? ¿Qué crees, que Dios necesita que lo adores y lo alabes? Dios no necesita de tu alabanzas, Dios en el cielo no necesita ser alabado porque El Es el que Es. Pero Dios encapsulado en un cuerpo humano, Dios deambulando por las calles pidiendo un mendrugo de pan, Dios durmiendo en un andén resistiendo el frío de la noche, Dios siendo abusado sexualmente o vendido incluso por su propia madre; ese Dios que está ahí sí necesita tu ayuda.
Entonces te digo de nuevo: si dices que amas a Dios pero no puedes amar al prójimo de manera práctica eres un hipócrita. ¡Y amar al prójimo no es solo orar por ellos! No se trata de sentir lastima o pesar cuando ves alguien por la calle. Además de eso tienes que hacer algo práctico en la materia.
¿Cual es el Alfa y el Omega del servicio? En el Alfa puedes orar y pedir por ellos y en el Omega tienes que hacer algo práctico que sea acorde con las oraciones que estás haciendo. De lo contrario todo será una falacia, una mentira, un burlesco a las verdaderas Leyes de Dios.
Reconoce el poder del amor en acción. Ayuda a aquellos que lo necesitan. Si supieras cuantas vidas podrías tocar en esta encarnación al permitir que ese Dios Amoroso, que esa Caridad Universal que hay dentro de ti tome tu cuerpo, tome tus brazos y empiece a servir, entonces conocerías las nuevas dimensiones del amor y el servicio. Unas dimensiones que no han sido estudiadas por los libros, unas dimensiones del amor que no han podido ser explicadas por la Biblia ni por los Vedas o el Corán. Porque esa dimensión del amor únicamente se puede conocer cara a cara cuando te enfrentas a la vida, cuando enfrentas a esa persona que sufre y te acercas para darle una palabra de apoyo.
Si no tienes dinero dale amor. El amor no cuesta, no se necesita dinero para abrazar a alguien y decirle: “Dios te ama, yo te amo por lo que eres, ¡levántate y sigue adelante!”. No se necesita dinero para darle un consejo a un amigo que lo necesita. ¿Se necesita dinero para eso amados? No necesitas dinero para servir.
Da de lo poco que tienes. Y no te aventures a servir a la gente de la calle si no empiezas primero dando amor a la gente que Dios ha puesto bajo tu cuidado (en tu familia, en tu barrio, el tendero de la esquina, etc.) porque el amor tiene que empezar por casa.
Un llamado urgente a favor de los no-natos
El verdadero amor tiene que empezar en el vientre de la madre con la aceptación de los niños no-natos. Mira a estas adolescentes que están embarazadas y que no saben que hacer porque muchas veces sus padres y profesores les han cerrado la puerta. La sociedad las señala sin saber que ahí en su vientre hay una criatura que necesita nacer para empuñar la espada del servicio y la verdad.
Así que si no tienes dinero para ayudar a alguien, observa a estas adolescentes. Búscalas para hablarles y explicarles la importancia de la vida, la importancia de ese ser que se está gestando en su vientre porque necesita venir a encarnación. Si es preciso suplícale de rodillas que le de a ese niño o niña la oportunidad de venir a este Planeta.
¿Quieres la paz para Colombia?, pero ¿Cómo puede una nación tener paz si sus leyes permiten que una madre pueda asesinar a su hijo en el vientre? Si no hay paz entre la madre y el hijo, entonces, ¿Con que autoridad moral pueden decirle al asesino que no mate a su victima?
Las leyes están podridas desde adentro. El hecho de que se haya aceptado el aborto en esta nación es un acto que ha denigrado la esencia de la vida misma. Ellos te sacarán cien mil excusas, te dirán que un niño con malformaciones genéticas no tiene que venir a este planeta.
Si pudieras ver a todos lo seres que están haciendo fila en los reinos celestiales para suplicar de rodillas al Consejo kármico que les permitan venir a encarnación con síndrome de down, con parálisis cerebral y con toda clase de malformaciones genéticas. Muchas veces se trata de almas que saben que su tiempo está a punto de acabarse, que su oportunidad de seguir encarnando en la tierra está a punto de cerrarse. Ellos piden a Dios que por misericordia les permita venir y recibir el karma de varias vidas en una sola encarnación entrando en un cuerpo con problemas mentales o genéticos, para poder liberarse de esa carga kármica y así seguir adelante para servir.
¿Qué derecho puede tener una madre, un medico, una sociedad, o una corte constitucional; para decir que esos seres no tienen derecho a venir, porque –según ellos- no van a ser útiles para la sociedad? Si supieran que muchos de estos seres que están ahora mismo en el mundo padeciendo malformaciones genéticas o enfermedades mentales son ángeles o Maestros Ascendidos que han decidido venir a encarnación para llevar un karma que no les pertenece, un dolor y sufrimiento que no es suyo, para llevar sobre sus hombros el karma de un pueblo, de una ciudad o nación.
¿Con qué derecho puede una corte constitucional decir que ellos no tienen derecho a venir, porque –según ellos- no van a ayudar a la sociedad? Amados, esa es la hipocresía de las leyes de una nación que exige paz.
Marchad por la Libertad a nacer dignamente
–los de las Huestes Ascendidas- avalamos y reconocemos el poder de las marchas por la paz. Estaremos presentes con el pueblo colombiano en la próxima marcha del 20 de julio que se va a llevar a cabo por la liberación de todos los secuestrados.
Sin embargo… ¿Cuántas marchas debería haber hecho el pueblo colombiano exigiendo el derecho a la libertad y a la vida de los niños que están en el vientre? Puedo decirte que eso es aun más importante. Los secuestrados por la guerrilla de las FARC y el ELN pueden ser mil o dos mil. Pero los niños que son asesinados cada año son decenas de miles. Las suyas son muertes silenciosas. Los secuestrados ya tiene quien hable por ellos en la televisión y la radio. Pero un niño que es asesinado en la salada de cirugía de una clínica clandestina o de un hospital no tiene a ningún periodista ni a nadie que abogue por él.
La verdadera dimensión de la espiritualidad
Así que si quieres saber cual es la verdadera dimensión de la espiritualidad: sirve, sirve a la vida. Ve y busca a esa niña que está a punto de abortar porque su madre, padre, profesores o sociedad le dijeron que había cometido un pecado. Pídele que le de la oportunidad a esa vida de venir a la Tierra, porque esas almas son realmente necesarias. Las necesitamos aquí y ahora.
Cada vez que una vida es abortada, una maldición es atraída sobre esa persona y su familia. No digo esto para que aquellos que han cometido este error lleven el peso de la culpa sobre sus hombros. También existe el perdón, pero este solo viene cuando comprenden cual fue el estado de conciencia que los llevó a cometer ese error y lo sueltan. Pero aunque ese perdón sea dado, siempre habrá cierto karma que tiene que descender. Hasta la ultima “j” y tilde la ley debe cumplirse.
Puedes equilibrar el karma que haz hecho contra la vida en esta o en vidas anteriores ayudando a aquellos que lo necesitan, ayudando a aquellos que no tiene quien los defienda, aquellos que tienen “hambre y sed de justicia” –como clamaba Jesucristo hace 2.000 años. Sin embargo sus palabras fueron olvidadas porque la iglesia se apoderó de su legado haciéndose pasar por sus verdearos representantes. En realidad son unos grandes hipócritas que han gastado cantidades inimaginables de dinero en la construcción de gigantescos templos y en la elaboración de vestidos de oro, cuando en el mundo hay muchos cristianos y miembros de otras religiones muriendo de hambre, muchos niños que están siendo violados, muchos ancianos que están temblando de frío en un anden, y muchos niños que están siendo asesinados en la santidad del vientre.
Analiza cual es la dimensión de la espiritualidad que quieres vivir. ¿Se trata de esa espiritualidad teórica, de esa espiritualidad que lee libros y se conforma con hacer rituales? Si es así, puedes dar la media vuelta y seguir caminando porque tú no eres un discípulo para mí. No eres un discípulo de Babaji, tampoco eres un discípulo apto para Jesús, Buda o cualquier otro Maestro Ascendido. Simplemente eres un discípulo de la hipocresía y de la falsedad de este mundo, y ese es un maestro que enseña poco y que paga muy mal. Si quieres seguir a ese maestro, ¡Síguelo!
Yo no necesito tener una iglesia o un salón de conferencias lleno. Prefiero quedarme solo con tres personas que quieran servir a la vida que tener a un millón de estudiantes hipócritas y falaces.
No me interesan las multitudes, y es por eso que camino en las laderas de los Himalayas y de los Andes con mi pequeño grupo de discípulos. Jamás –aunque pudiera haberlo hecho- me ha interesado aparecer en público. Puedo materializar un castillo de oro en los Himalayas, e igual lo podría hacer en el centro de Nueva York o Paris. Pero, ¿Para qué?, ¿De que sirven esa clase de milagros? Ese tipo de actuaciones sobrenaturales quedan relegadas a maestros falsos e hipócritas como Sai Baba que quieren engañar a los incautos que van corriendo detrás del oropel que brilla. Les digo una cosa amados, no todo lo que brilla es oro. Esos gurues que están esgrimiendo sus poderes en el mundo son el oropel por el que pagarás un alto precio.
Los sello en el Amor Incondicional que YO SOY y les dejo una reflexión: Servir es Dar, y Dar es Ser.
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www.soisdioses.com

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