LUZBY BERNAL

jueves, 16 de diciembre de 2010

CARLOS ARACIL ORTS RESPONDE SOBRE LA LEY A UN ADVENTISTA

apologista | diciembre 16, 2010 at 2:40 pm | Etiquetas: adventista, ley, respuesta, sábado | URL: http://wp.me/p6Hrw-7Ys
Respuesta sobre la Ley a un amigo Adventista

Versión 13-12-10

Carlos Aracil Orts
1. Introducción
Estimado amigo, te agradezco las objeciones que me planteas, y que todavía visites de cuando en cuando mi web. Voy a intentar responder tu amable correo como te mereces, pero para que se pueda entender mi respuesta, necesito transcribir el resumen, que tú mismo hiciste al final del mismo:
“Resumo: si una ley (o mandamiento) quedó abrogada, debería ser el mismo Dios (o Cristo) quien lo declarara abiertamente y sin titubeos. Tu sabes, mi amigo Carlos que la famosa ley llamada ritual debió (y de hecho así quedó) quedar abolida pues... bueno ya sabes a lo que me refiero.  Seguiré leyendo no obstante este artículo que sin dudad considero muy importante pues a pesar de mi desaprobación acerca del modo exclusivista y un tanto trasnochado en que la iglesia Adventista ha promovido para su necesario cumplimiento, creo (sinceramente) que no es descartable la opción de mantener hoy, en pleno siglo XXI, el "guardar los mandamientos de Dios (no de Moisés) y tener la fe de Jesús.". Un fuerte abrazo de quien todavía te lee y no te olvida.
Como creo que se entiende bien lo que tú planteas, sin más preámbulos, paso a contestarte.
2. No habrá nuevas revelaciones por parte de Dios. No existen dos leyes. La ley moral y la ley ceremonial.
En primer lugar, no me parece razonable que necesites la confirmación del mismo Dios para despejar cualquier duda sobre la posible vigencia o no de la Ley del Antiguo Testamento (los Diez mandamientos). No esperes más revelaciones. Dios completó su revelación hace casi dos mil años, y no tiene nada nuevo que añadir. Él sólo espera que estudiemos su Palabra con devoción y que la pongamos por obra, siendo coherentes con la fe que profesamos.
En segundo lugar, la Santa Biblia no habla de que existan dos leyes, una moral y otra ceremonial o ritual, sino sólo se refiere a una sola: la Ley. La ley fue dada sólo para el pueblo de Israel, y para nadie más. Esta ley no se puede dividir. Forma un sistema completo, dado al pueblo de Israel, en la época de Moisés, y hasta la venida del Mesías (Gálatas 3:19). O se mantiene vigente el “paquete” completo de la ley veterotestamentaria, incluyendo los ritos, o se abroga el mismo; pero no se pueden extraer ciertas partes para abolirlas, y otras, en cambio, no hacerlo. No obstante, los principios morales contenidos en la ley, son eternos, y son recogidos por Cristo en el Evangelio de San Mateo (capítulo 5), y por los apóstoles, en varias de sus epístolas. No puedo extenderme más con estos argumentos, pues sería repetir lo que he publicado anteriormente acerca de la ley en más de diez artículos de esta web.
3. Guardar los mandamientos de Dios (no de Moisés) y tener la fe de Jesús.
Por cierto, ¿a qué mandamientos te refieres, los del Antiguo Pacto o los del Nuevo Pacto?
Intentaré hacerte reflexionar con algún comentario. Aunque me temo que, a estas alturas, después de tanto que hemos hablado sobre este tema, si todavía sigues creyendo que Dios exige a los cristianos el cumplir el mandamiento de guardar el reposo del sábado como condición de salvación o como prueba de obediencia a Él, todo lo que te escriba o te diga de nuevo va a ser en vano.
Eso mismo les dijo San Pablo a los judaizantes:  “Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.” (Gálatas 4:11). Veamos como el contexto se refiere a su empeño en guardar la ley del AT:
Gálatas 4:8-11: “Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; 9 mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? 10 Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. 11 Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.”
Supongo que te habrás dado cuenta que el guardar los días se refiere al sábado semanal.
Tu objeción está totalmente trasnochada, por aprovechar el calificativo que tú mismo empleas y que me parece apropiado. Si crees firmemente que Dios nos exige, a los cristianos, que guardemos el reposo sabático, como prueba de fidelidad a Él, te aconsejo que no dejes de guardarlo de forma voluntaria, pues de lo contrario estás pecando deliberadamente, transgrediendo todos los mandamientos de Dios (Santiago 2:10), y eres reo de muerte (Romanos 6:23).
Santiago 4:17:Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.”
Si tu conciencia es correcta deberías estar sintiendo en tu carne lo que el apóstol San Pablo dice en Gálatas 3:10-13.
Gálatas 3:10-13: “Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”
Los anteriores textos no te parecen adecuados o apropiados para demostrar que la ley del AT fue clavada en la cruz ¿Te parece más adecuado el texto de Colosenses 2:14? O bien ¿el de Colosenses 2:16,17? ¿Quieres todavía estar bajo la ley (Gálatas 4:21)?

4. Los dos pactos: el Antiguo, simbolizado por la esclava Agar y el Nuevo por la libre Sara.
¿Te consideras hijo del antiguo pacto, el del Sinaí, del que es figura la esclava Agar y la Jerusalén actual, y da hijos para esclavitud? O, en cambio ¿No crees que eres hijo, no de Agar, según la carne,  sino, según la promesa, de Sara, la libre, que es figura de la Jerusalén de arriba, y que es madre de todos nosotros? (Ver Gálatas 4:22-26, 30,31).
En otras palabras ¿perteneces a Cristo o al pacto del Sinaí? ¿Eres hijo de la iglesia de Cristo o de la iglesia del Sinaí? De otra manera:
¿Cómo heredaste la bendición que Dios prometió Abraham por medio de su “simiente”? ¿Recibiste la salvación por medio de la ley o por el hijo de la promesa que es Cristo? (Ver Gálatas 3:14-18)
Gálatas 3:14-18: “14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.” 15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. 18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.”
Lo que quisiera que comprendieras es que los gentiles nunca tuvimos nada que ver con el pacto del Sinaí, jamás estuvimos bajo la ley, ni nunca tuvimos la obligación de guardar el reposo sabático como tuvieron que hacer los judíos porque para ellos el sábado era señal de su pacto con Dios, pero para nosotros, los gentiles, nada es.
Esto es, lo que más o menos está diciendo Pablo: “la ley que vino cuatrocientos treinta años después” de la promesa que Dios hizo a Abraham, de que por su simiente (Cristo) serían benditas todas las naciones de la tierra, no abroga, ni invalida la alianza con Abraham porque la justicia, justificación, salvación viene por Jesús, a los que son de la fe, no a los que son de la ley. (Ver, por favor, Romanos 4:2,3, 13,14).
Romanos 4: 13,14: “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. 14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa.”
Escucha, por favor, a San Pablo, y no te cierres a la verdad:
Gálatas 5:1-6:“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. 2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. 3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley. 4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. 5 Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; 6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.
Si te circuncindas para guardar la ley o intentas guardar el reposo sabático, te obligas a guardar toda la ley. Esto es lo que dice San Pablo.
Gálatas 5:13,14: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. 14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. “
Gálatas 5:16-26:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
Gálatas 6:1-6: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
5. Conclusión
Querido amigo, la ley del Sinaí (excepto el sábado) es el mínimo que Dios exige a toda la humanidad. La nueva ley, la de Cristo, es mucho más profunda, y es la que debemos seguir los cristianos, no es una ley externa, sino interna en el corazón, convertido por Dios y regenerado por la fe  en nuestro Salvador. Si te sitúas bajo el antiguo pacto, no sólo debes guardar el sábado sino toda la ley (la Torá), y con ello desechas la gracia de la salvación en Cristo.
Comento brevemente tu reflexión:
“...si una ley (o mandamiento) quedó abrogada, debería ser el mismo Dios (o Cristo) quien lo declarara abiertamente y sin titubeos.”
Ya veo que necesitas que venga Dios en persona o que un ángel del cielo te vuelva a revelar al oído el Evangelio de nuestro Señor. Para ti no es bastante, la Biblia que poseemos, necesitas más. Lo que dice San Pablo, para ti, no es como si lo dijera el propio Dios. Espera sentado, pues no hay otro evangelio, ni lo habrá. Todo está completado.
“ Tu sabes, mi amigo Carlos que la famosa ley llamada ritual debió (y de hecho así quedó) quedar abolida pues... bueno ya sabes a lo que me refiero. Seguiré leyendo no obstante este artículo que sin dudad considero muy importante pues a pesar de mi desaprobación acerca del modo exclusivista y un tanto trasnochado en que la iglesia Adventista ha promovido para su necesario cumplimiento, creo (sinceramente) que no es descartable la opción de mantener hoy, en pleno siglo XXI, el "guardar los mandamientos de Dios (no de Moisés) y tener la fe de Jesús."
Los adventistas han hecho una división artificial e inexistente de la ley. Ellos separan todas las leyes que Dios dio a Moisés en el Pentateuco en dos grupos: Leyes ceremoniales y morales. Sin embargo, esto no se ajusta a la Biblia. La Biblia no hace esa clasificación. Esa clasificación es obra humana. La Biblia prueba que la ley que Dios dio a Moisés no es sólo los diez mandamientos sino todo el libro de la ley, todo el Pentateuco, la Torá. Ésta forma un paquete entero que no se puede separar, y considerar que sólo es moral el Decálogo y el resto no lo es. Porque entonces ¿Qué son Deuteronomio 6:5  y Levítico 19:18 leyes morales o ceremoniales?
Deuteronomio 6:5: “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Levítico 19:18: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.”
No se puede abolir una parte del paquete, es decir, la ley ritual, como tu dices, pues no existe como tal separada del resto. Toda la Torá pertenece al Antiguo Pacto y se cumple en Cristo, y no obliga a los gentiles que están en Cristo.
... no es descartable la opción de mantener hoy, en pleno siglo XXI, el "guardar los mandamientos de Dios (no de Moisés) y tener la fe de Jesús."
Ignoras que toda la ley de Moisés es ley de Dios, y que la Biblia nombra indistintamente como ley de Moisés o ley de Dios a toda la ley. El libro de la ley y el Decálogo son igualmente de Dios; o ¿acaso tú crees que la ley de Moisés no le fue revelada por Dios también?
En pleno siglo XXI y en toda época, los cristianos, que viven en el Espíritu son hijos de Dios, y cumplen, con la ley del amor, todo lo que exige Dios, pero no se limitan a la ley del Sinaí sino a la ley de Cristo que expresó en varias ocasiones, entre ellas en el Sermón del Monte de Mateo 5, y en Juan 13:34: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros...”. Los cristianos no miramos al Sinaí sino a la ley de Cristo: Todo lo revelado en el Nuevo Testamento.
Tengo pocas esperanzas que este nuevo esfuerzo que he hecho para intentar aclarar tus ideas respecto a la ley sirva de algo si no escuchas al Espíritu de Dios en tu corazón y en tu mente. Me queda el consuelo de que por lo menos lo he intentado. Más no puedo hacer.
Que el Señor te ilumine.
Un abrazo
Carlos Aracil Orts

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