Al Desarrollar un cierto grado de sensibilidad hacia el entorno y el medio ambiente, el ser humano puede llegar a preguntarse que está consumiendo. Entonces surgen preguntas como… ¿Es esto que consumo necesario para mi? ¿Es bueno para mi salud?¿Es bueno y respetuoso con el planeta y el medio ambiente?
Para responder a este sin fin de preguntas que nos pueden llegar con cada uno de los productos, que las empresas se encargan de crearnos la necesidad de consumir, existen altenativas conscientes muy interesantes de conocer.
Hoy os propongo investigar el trabajo de la revista OPCIONS. Esta revista que ya tiene 35 números publicados hace estudios rigurosos sobre temas de consumo consciente en concreto. Así podemos leer estudios sobre temas tan dispares como la banca, el pan, las zapatillas de deporte, las pastas de dientes o telefonia, por poner algunos ejemplos.
¿En qué consiste esto del “consumo consciente” o “consumo responsable”) ?
- Ética también en el consumo. En nuestras actividades cotidianas actuamos de acuerdo con nuestra ética: valoramos lo que nos parece bien o mal antes de tomar decisiones. En cambio, cuando consumimos es habitual tomar las opciones que se nos presentan como más “fáciles”: baratas, accesibles, de moda… El consumo responsable intenta deshacer este “divorcio” entre el comportamiento como ciudadanos y como consumidores: valoramos qué nos parece bien también al consumir.
- Tomar las riendas de las decisiones. Se traslada la toma de decisiones desde la publicidad, el mimetismo social, “la moda verde” o intereses particulares hacia un criterio consciente, respetuoso y libre de prejuicios.
- Acción para el cambio social. Hay muchas cosas en el mundo que no nos gustan: injusticias, degradación del medio… Nuestro consumo tiene que ver con ellas, porque con cada acto de consumo influimos sobre la evolución de la sociedad. Potenciar con nuestro consumo no sea contradictorio con lo que queremos potenciar a nivel social.
- Cambiar la actitud ante el consumo. No se trata simplemente de una elección entre marcas ni sólo de consumir “verde”, sino de un replanteamiento de toda la forma de consumir. Preguntémonos primero si realmente tenemos necesidad o deseo de lo que vamos a consumir, después de cuántas maneras se puede satisfacer esta necesidad o deseo, y finalmente, en caso de hacerlo a través del mercado, cuál de las opciones que nos ofrece nos parece más acertada.
- Liberación, no obligación. Se trata de descubrir la trama que exite detrás del marketing de las grandes corporaciones y empresas. Nos crean una necesidad y nos hacen creer que sin eso no somos nada. Podemos estar liberados de esta situación si somos conscientes de como manipulan y juegan con nuestros deseos.
Practicar el consumo responsable
- Practicar un consumo responsable empieza por algo tan sencillo como observar nuestro consumo de cada día. y hacernos responsables de que nadie puede decidir por nosotros. Que está en nuestras manos escoger y fomentar el cambio que todos queremos. Pero depende de cada acto que haces en cada momento.
- Dedicar tiempo a buscar información, identificar las opciones más válidas en cada momento, etc. es una buena inversión: lo más seguro es que practicar un consumo responsable nos lleve a saber que consuminos y nos evite problemas mayores a la larga como enfermedades producidas por excesos de toxicidad en nuestro cuerpo.
- A veces tendremos que escoger opciones que no son las más accesibles en el mercado o que no son las más baratas, pero también llegaremos a la conclusión que de hecho dejar de comprar muchas cosas nos aporta muchas ventajas; a la larga gastaremos menos dinero o no participamos en la destrución, contaminación del planeta o del abuso que se hace a ciertos trabajadores al pagarles salarios mínimos.
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