Publicado 10/07/2011
Israel presentará
próximamente a
la ONU
su propio mapa
sobre
lo que considera
que es la frontera
marítima con
Líbano, tras haber
aprobado el Gobierno
de Benjamín Netanyahu la delimitación a partir de
"principios jurídicos,
acuerdos internacionales e intereses de explotación económica".
"No cederemos ni un ápice", aseguró el ministro de
Exteriores, Avigdor Lieberman, en la reunión semanal
del Consejo de
Ministros, que hoy aprobó el mapa con una descripción de
su límite marítimo con Líbano y Chipre, los dos países vecinos.
Lieberman explicó en la reunión que Jerusalén tiene "una
postura muy sólida desde el punto de vista de los mapas",
y que luchará ante la ONU "por cada centímetro" para
preservar los intereses territoriales y económicos de Israel.
La frontera marítima con el Líbano nunca
ha sido delimitada
porque ese país está formalmente en estado de
guerra con
Israel, pero a través de la ONU se comenzó en 2000 la
delimitación por tierra.
La marítima, tanto en lo que tiene que ver con las
aguas territoriales como las de explotación económica,
se basan
en dos acuerdos alcanzados entre Chipre y Líbano, de un
lado, y Chipre e Israel, del otro.
próximamente a
la ONU
su propio mapa
sobre
lo que considera
que es la frontera
marítima con
Líbano, tras haber
aprobado el Gobierno
de Benjamín Netanyahu la delimitación a partir de
"principios jurídicos,
acuerdos internacionales e intereses de explotación económica".
"No cederemos ni un ápice", aseguró el ministro de
Exteriores, Avigdor Lieberman, en la reunión semanal
del Consejo de
Ministros, que hoy aprobó el mapa con una descripción de
su límite marítimo con Líbano y Chipre, los dos países vecinos.
Lieberman explicó en la reunión que Jerusalén tiene "una
postura muy sólida desde el punto de vista de los mapas",
y que luchará ante la ONU "por cada centímetro" para
preservar los intereses territoriales y económicos de Israel.
La frontera marítima con el Líbano nunca
ha sido delimitada
porque ese país está formalmente en estado de
guerra con
Israel, pero a través de la ONU se comenzó en 2000 la
delimitación por tierra.
La marítima, tanto en lo que tiene que ver con las
aguas territoriales como las de explotación económica,
se basan
en dos acuerdos alcanzados entre Chipre y Líbano, de un
lado, y Chipre e Israel, del otro.
En agosto pasado Líbano presentó a la ONU su
delimitación fronteriza en el Mediterráneo Oriental
con unas coordenadas
delimitación fronteriza en el Mediterráneo Oriental
con unas coordenadas
que, según el primer ministro, "contradicen el acuerdo
que (el país árabe) firmó con Chipre en 2007".
El límite presentado por Beirut es más al sur que el aprobado hoy por Israel
a partir de los acuerdos de referencia con Chipre,
y que consiste en una línea recta entre la frontera
terrestre en Rosh
Hanikrá (Nakura) y el punto de encuentro de las aguas
fijadas por Nicosia en sus dos acuerdos bilaterales con
Israel y Líbano.
Israel apelará la propuesta del Líbano en
la ONU por temor a que, de no hacerlo, la comunidad
internacional reconozca esa delimitación
como permanente.
"Es importante ofrecer a la ONU lo antes posible la versión
israelí, y reaccionar a la propuesta libanesa. No responder
puede ser interpretado como un acuerdo tácito", explicó
sobre el tema una alta fuente diplomática citada por
el diario Haaretz.
En principio se había informado de que incluso Estados
Unidos, aliado de Israel, había aceptado la propuesta
libanesa pero hoy Lieberman aseguró que esa información
"no tiene fundamento".
La disputa en torno a las aguas territoriales y de
explotación económica ha cobrado fuerza en los
últimos tres años por el descubrimiento de
grandes cantidades de gas natural
entre la costa levantina y Chipre, en yacimientos que por
ahora explota Israel pero que podrían ser transfronterizos.
La demanda del Líbano no afecta a los yacimientos de
gas israelí "Tamar" y "Leviathan", pero las prospecciones
se han acelerado en toda la región y hay de por medio
grandes empresas internacionales, entre ellas varias
estadounidenses y al menos una noruega.
EFE y Aurora
a partir de los acuerdos de referencia con Chipre,
y que consiste en una línea recta entre la frontera
terrestre en Rosh
Hanikrá (Nakura) y el punto de encuentro de las aguas
fijadas por Nicosia en sus dos acuerdos bilaterales con
Israel y Líbano.
Israel apelará la propuesta del Líbano en
la ONU por temor a que, de no hacerlo, la comunidad
internacional reconozca esa delimitación
como permanente.
"Es importante ofrecer a la ONU lo antes posible la versión
israelí, y reaccionar a la propuesta libanesa. No responder
puede ser interpretado como un acuerdo tácito", explicó
sobre el tema una alta fuente diplomática citada por
el diario Haaretz.
En principio se había informado de que incluso Estados
Unidos, aliado de Israel, había aceptado la propuesta
libanesa pero hoy Lieberman aseguró que esa información
"no tiene fundamento".
La disputa en torno a las aguas territoriales y de
explotación económica ha cobrado fuerza en los
últimos tres años por el descubrimiento de
grandes cantidades de gas natural
entre la costa levantina y Chipre, en yacimientos que por
ahora explota Israel pero que podrían ser transfronterizos.
La demanda del Líbano no afecta a los yacimientos de
gas israelí "Tamar" y "Leviathan", pero las prospecciones
se han acelerado en toda la región y hay de por medio
grandes empresas internacionales, entre ellas varias
estadounidenses y al menos una noruega.
EFE y Aurora
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