LUZBY BERNAL

lunes, 15 de agosto de 2011

¿Es Osha-Ifá una Cultura de Resistencia y Penetración?

¿Es Osha-Ifá una Cultura de Resistencia y Penetración?


Escrito por Ernesto Valdés Jane y Julio Valdés Jane.
En colaboración con Michael Hernández López y Omar García Ruiz.   
Martes, 09 de Agosto de 2011 00:00 

http://www.proyecto-orunmila.org/blog
La llegada de Osha e Ifá y otras manifestaciones religiosas africanas a Cuba fue dramática. Todas arribaron en barcos atiborrados de personas atrapadas bajo el deshumanizado símbolo de la esclavitud y la total degradación humana. Los hombres y mujeres portadores de estas formas religiosas y culturales venían condenados al más bajo estrato social y considerados mercancía de labor y servilismo.
Etnias, culturas, costumbres, tradiciones y expresiones religiosas se amalgamaron o se constituyeron en formas de supervivencia en aquellas condiciones. Muchos de estos hombres y sus culturas espirituales, tratados de esta forma inhumana, eran portadores de una portentosa cultura inmaterial y valores intangibles almacenados en sus corazones y sus mentes. Este crisol en que se convirtió Cuba permitió que poco a poco surgiera una estructura nueva y distinta pero conservando muchísimos valores, modos de pensar y actuar del hombre y la mujer africanos y sus descendientes. Tales expresiones africanas encontraron otras de diversas latitudes ya existentes en la isla o que se incorporaron posteriormente. Así se dio inicio a una fecunda fusión de la cual surgieron las religiones cubanas de origen africano y de entre ellas la resplandeciente Osha-Ifá. Barracones, cabildos, cofradías y solares, sociedades, Casas-Templo, Ramas de Osha y la Asociación Cultural Yoruba de Cuba son las expresiones de la evolución estructural más alta de Osha-Ifá en Cuba. Desde los mismos inicios las deidades que luego conformaron el nuevo panteón de Osha-Ifá y otras religiones afrocubanas, tuvieron que permanecer ocultas detrás del panteón católico para poder subsistir. Así fueron etiquetadas con los mal llamados términos “cultos sincréticos,” “sincretismo religioso” o con la hipócrita y condescendiente frase de “religiosidad popular,” creada para minimizar su influencia y seriedad, que fue repetida por intelectuales elitistas o confundidos. Mientras tanto, con el término Santería se ha hecho alusión a los santos católicos y sus paridades con el panteón de Osha-Ifá. Este último término con ciertas reservas ha sido tomado y aceptado por Osha-Ifá. Así, existen frases muy comunes como Hacer Santo que es igual a decir Iniciarse, Tener Santo Hecho o Estar Iniciado; Santero o Babalosha y Santera o Iyalosha. Haberse adecuado y siempre haber defendido esta terminología es un símbolo inequívoco de inteligencia, adaptación, valentía y resistencia histórica.
La Santería u Osha-Ifá es una cultura de resistencia al absorber el pensamiento de blancos, negros, mestizos, españoles, criollos, chinos o de cualquier otra cultura, y apropiarse adecuadamente del bagaje cultural que ellos traían y los convirtió en sus seguidores, no en sus enemigos.
Aún se siguen usando algunos términos del santoral católico para referirse a los Oshas y Orishas más populares. Sin embargo esta práctica cada vez se disuelve más en la decisión popular de llamar a cada uno por su verdadero nombre. Esto sucede, especialmente, porque ha cambiado la realidad de la vida y de la existencia en Cuba, han mejorado las condiciones de la vida material y espiritual, han disminuido los prejuicios étnicos, las prevenciones raciales y los practicantes disponen de más información y conocimientos sobre la verdadera esencia de sus religiones de origen africano. Todo esto ocurrió en un ambiente en el cual nunca las instituciones estatales han pretendido borrar la memoria histórica ni las tradiciones culturales de los diferentes pueblos que conformaron la nación cubana, todo lo contrario se crearon instituciones folklóricas, casas de cultura apoyados en centenares de instructores de artes preparados para el rescate de las tradiciones y costumbres ancestrales.
En este contexto la capacidad de resistir es mucho más fuerte y se encuentra en un proceso de establecimiento y expansión. De este modo, Shangó deja de ser cada vez más Santa Bárbara, Oshún es cada vez menos La Virgen del Cobre, Yemayá es más reconocida por sí misma que por la Virgen de Regla. Eleguá en vez del niño de Atocha, cada día es más simplemente Eleguá. Azowano-Babalú Ayé aún es muy reconocido como San Lázaro y cada vez más como Babalú Ayé; pero esto también cambiará. Sólo es una cuestión de tiempo.
La gran virtud de Osha-Ifá es haber sobrevivido todos estos años de lucha sin un enfrentamiento directo contra enemigos visibles y ocultos de diferentes religiones occidentales. Con el solo empleo del valor de las tradiciones y costumbres, de los valores de las reglas de Osha e Ifá, del valor del código ético de los Odun de Ifá y del código de Ika Fun, Osha-Ifá ha sobrevivido y contribuido a la mejora humana y ha triunfado en justa lid.
La estrategia natural ha sido su condición federativa. Osha-Ifá tiene una fuerte condición federativa dado que cada Rama o Casa de Osha derivada de un Babalosha o una Iyalosha de prestigio, consideración y respeto es independiente, ha sabido conservar celosamente sus orígenes y peculiaridades que las distinguen de las otras aunque tengan claras coincidencias y similitudes ampliamente aceptadas por todos los creyentes y seguidores, ya que el panteón religioso es único. Cada Casa o Rama, como núcleo fundamental y expresión abarcadora en su ámbito de acción, ha preservado su integridad y estructura a través de la fuerte discreción, el secretismo conveniente y los tabúes sobre la divulgación de las intimidades de la fe, así como ha aceptado a todo aquel que lo ha necesitado sin preguntar quién es ni qué posición tiene en la sociedad, solo exigiéndole que cumpla su Itá, las reglas y los códigos de la Santería.
Los distintos grados de consagración están compartimentados. Esta es una forma de lucha y resistencia. Cada sacerdote conoce lo que le corresponde por su jerarquía y nada más.
Muchos han sido los enemigos declarados ya sea por ignorancia, por intereses políticos o por ensañamiento teológico. Osha-Ifá en el pasado, e incluso actualmente, ha sido tildada por los peores detractores con los más ruines epítetos sólo por ser fuerte y convincente o porque se han topado con iniciados que, como en cualquier formación social humana, han confundido el camino de rectitud, limpieza de espíritu y decencia marcado por los Oshas, Orishas, Ancestros y Mayores vivos o ya fallecidos.
Cada quien que ha llegado a Osha-Ifá, si es bien atendido y respetado en su inocencia y humanidad por sacerdotes serios y fieles a la religión, ha sido compensado con la solución de los problemas que le condujeron al sacerdote.
Osha-Ifá no sale a buscar a nadie para que se inicie ni habla mal de otras religiones, tendencias políticas o de cualquier índole. Como forma de lucha, acepta a todos por igual sin que importe la raza, el credo o posición socioeconómica o cultural.
Osha-Ifá es convergente y asimiladora. Toma para sí todo aquello del pensamiento humano que le es útil. En definitiva, desde el punto de vista teológico, todo esto es lógico si se tiene en cuenta que Orula ha vivido todos los caminos del ser humano; sabe el presente, el pasado y el futuro de cada individuo y por ello cada modo de pensar le corresponde. De ahí que asimilar lo mejor del pensamiento de todas las culturas le es normal, le pertenece naturalmente y así puede tomarlo para enriquecerse intelectual y teológicamente.
Todo esto le ha fortalecido, pues muchos se identifican con este pensar y actuar y se suman porque están reflejados en los Patakíes y, al mismo tiempo, esto le ha servido a Osha-Ifá para resistir ampliamente y reunir adeptos.
En su larga resistencia adecuó el panteón africano que correspondía a deidades por localidad y pertenencia étnica a un nuevo panteón con los mismos dioses; esta vez jerarquizados y con una estructura tendiente al politeísmo teniendo un conjunto de deidades con un rol de principales y otros dioses jerarquizados por sus funciones y niveles de importancia en relación a la persona.
Así, aparecen como deidades supremas Olorun, Oloddumare, Olofin y Oduduwa, deidades inmediatas Eleguá, Ogún, Oshosi y Osun y en otro grupo Obatalá, Yemayá, Oshún, Shangó y Oyá, quienes juntos a otros responden a un mismo sistema adivinatorio.
El sistema adivinatorio de Osha-Ifá está dividido en tres subsistemas: el sistema oracular de Obí o Biange y Aditoto que emplea los cuatro pedazos de coco, el del Dilogún que usa los caracoles, y el de Ifá que usa el opkuele o los Ikines. Sin embargo, lo fundamental es que todos hacen referencia al mismo panteón y acuden al mismo cúmulo de conocimientos, sabiduría y experiencias que conserva Osha-Ifá por ser un mismo sistema teológico y filosófico y como única manera de explicar la vida y la existencia humana. Esta compleja y compacta estructura adivinatoria la hace infalible, sólida e indestructible.
Osha-Ifá en Cuba reestructuró todo el sistema de ceremonias y ritos, así como definió nuevas ceremonias que no tenían antecedentes en África. Incorporó el culto a Osain perteneciente a la cultura Bantú; y el culto a Egun y a Oro que en aquellas regiones africanas no pertenecían a Ifá como expresión religiosa. También aquí en Cuba apareció nítidamente el concepto de las consagraciones con sus niveles compromisorios, así como la concepción del Ángel de la Guarda y su ceremonia de definición por la naturaleza del propio ser del individuo y no por su pertenencia étnica o territorial.
Habiendo llegado a Cuba el sistema adivinatorio de Osha-Ifá en Odu, el Odu se convirtió en estas tierras en Oduns, Signos y Letras. En Cuba el discurso adivinatorio del Odu traído en verso y poesía desde África, se convirtió en prosa adivinatoria dentro de los Oduns, Signos y Letras; en historias y narraciones que describían la vida y los fenómenos socio-culturales de la nueva realidad. Osha-Ifá asimiló refranes, decires populares y la sabiduría de los pueblos españoles, genoveses, hebreos y otros muchos para fortalecer el fundamento de la charla adivinatoria. Se pertrechó de todo lo que le servía y aún le sirve para subsistir.
Ahora bien, ¿Qué es Ifá? Ifá es un cúmulo descomunal de conocimientos, sabiduría y experiencias que constantemente se actualizan con el progreso de los nuevos descubrimientos y las ciencias sobre la naturaleza, la sociedad, el pensar humano y el comportamiento de los individuos a lo largo de la historia de la humanidad. Ifá posee su propia dimensión de energía y de fuerzas que al llegar a Cuba se apropió, se acopló y concilió con la vibración del espacio-tiempo Cuba de una manera tan armónica, con todas esas energías, que hizo funcionar a la perfección los Odun de Ifá. De modo que de los 256 odun de Ifá en Cuba se expresan regularmente aquellos que son los fundamentales, sin los cuales Ifá no funcionaría adecuadamente, así como el resto de ellos.
Osha-Ifá no sólo es una cultura de resistencia sino también de penetración, tanto horizontal como vertical, de manera natural dentro de la geografía y la sociedad cubana. Actualmente se extiende a lo largo y ancho de Cuba; ha escalado a todos los niveles de la sociedad en todos los ámbitos. Ha dejado de ser sólo de los estratos menos beneficiados de la sociedad para también formar parte de las capas de mejores posiciones.
Hace ya tiempo que Osha-Ifá se ha expandido a otras latitudes del planeta y se ha establecido en las capas medias y altas de diversos países típicamente con otros arraigos religiosos. Esto es posible porque esta religión cubana de origen africano tiene qué ofrecer al individuo; tiene la capacidad de darle a sus creyentes y seguidores las herramientas que el hombre y la mujer actuales necesitan para subsistir en un medio árido y hostil. Osha-Ifá está ampliamente representada en Norte América, México, Venezuela, Puerto Rico, Panamá, España y el resto de Europa y hasta en el lejano y misterioso Japón hay seguidores de las doctrinas de Osha-Ifá.
Osha-Ifá, en medio de las grandes religiones del mundo, reclama su derecho y se afianza en su justa posición como una alternativa de Fe liberadora para los hombres y mujeres de la ciudad y de los más altos centros de desarrollo.
Las peculiaridades de Osha-Ifá le hacen triunfador por las perspectivas que brinda. Permite que el individuo tenga una comunicación directa con sus dioses sin que necesariamente intervenga ningún sacerdote. Una vez iniciado el individuo, conoce las herramientas mínimas esenciales para mantener una conversación íntima con sus Oshas u Orishas para hallar soluciones a los conflictos que pueda tener y por esto es atractiva, ya que le da un lugar específico a la persona diciéndole quién es él o ella y cómo se salva. Además brinda toda la esperanza necesaria para vivir en este plano.
Osha-Ifá atravesó la oprobiosa esclavitud impuesta por el férreo colonialismo español y sobrevivió también al brutal capitalismo dependiente, instalado con la república mediatizada hasta 1959, que despreció tanto al ser humano negro y pobre. Desde ese momento comenzó a vivir una etapa de esplendor a partir del triunfo de las luchas liberadoras revolucionarias hasta casi 1970 cuando muchas personas pudieron iniciarse.
Luego, desde 1970 y casi hasta el año 1985 hubo una exclusión ateísta muy fuerte y los creyentes no podían tener una vida social plena ya que las prevenciones religiosas imperantes segregaban a los religiosos sin importar su moral o rectitud social. Osha-Ifá sólo se ocultó nuevamente para subsistir y resistir. De este modo se mantuvo a bajísimos niveles de exposición pública; pero estaba ahí en el modo de pensar y entre las ropas y muebles de los creyentes. Posteriormente pudo disfrutar de un florecimiento inusitado cuando rápidamente comenzaron a desaparecer dichas prevenciones religiosas existentes en esos momentos.
La madurez que ha alcanzado Osha-Ifá por su infinita capacidad de resistir y avanzar en c
La llegada de Osha e Ifá y otras manifestaciones religiosas africanas a Cuba fue dramática. Todas arribaron en barcos atiborrados de personas atrapadas bajo el deshumanizado símbolo de la esclavitud y la total degradación humana. Los hombres y mujeres portadores de estas formas religiosas y culturales venían condenados al más bajo estrato social y considerados mercancía de labor y servilismo.
Etnias, culturas, costumbres, tradiciones y expresiones religiosas se amalgamaron o se constituyeron en formas de supervivencia en aquellas condiciones. Muchos de estos hombres y sus culturas espirituales, tratados de esta forma inhumana, eran portadores de una portentosa cultura inmaterial y valores intangibles almacenados en sus corazones y sus mentes. Este crisol en que se convirtió Cuba permitió que poco a poco surgiera una estructura nueva y distinta pero conservando muchísimos valores, modos de pensar y actuar del hombre y la mujer africanos y sus descendientes. Tales expresiones africanas encontraron otras de diversas latitudes ya existentes en la isla o que se incorporaron posteriormente. Así se dio inicio a una fecunda fusión de la cual surgieron las religiones cubanas de origen africano y de entre ellas la resplandeciente Osha-Ifá. Barracones, cabildos, cofradías y solares, sociedades, Casas-Templo, Ramas de Osha y la Asociación Cultural Yoruba de Cuba son las expresiones de la evolución estructural más alta de Osha-Ifá en Cuba. Desde los mismos inicios las deidades que luego conformaron el nuevo panteón de Osha-Ifá y otras religiones afrocubanas, tuvieron que permanecer ocultas detrás del panteón católico para poder subsistir. Así fueron etiquetadas con los mal llamados términos “cultos sincréticos,” “sincretismo religioso” o con la hipócrita y condescendiente frase de “religiosidad popular,” creada para minimizar su influencia y seriedad, que fue repetida por intelectuales elitistas o confundidos. Mientras tanto, con el término Santería se ha hecho alusión a los santos católicos y sus paridades con el panteón de Osha-Ifá. Este último término con ciertas reservas ha sido tomado y aceptado por Osha-Ifá. Así, existen frases muy comunes como Hacer Santo que es igual a decir Iniciarse, Tener Santo Hecho o Estar Iniciado; Santero o Babalosha y Santera o Iyalosha. Haberse adecuado y siempre haber defendido esta terminología es un símbolo inequívoco de inteligencia, adaptación, valentía y resistencia histórica.
La Santería u Osha-Ifá es una cultura de resistencia al absorber el pensamiento de blancos, negros, mestizos, españoles, criollos, chinos o de cualquier otra cultura, y apropiarse adecuadamente del bagaje cultural que ellos traían y los convirtió en sus seguidores, no en sus enemigos.
Aún se siguen usando algunos términos del santoral católico para referirse a los Oshas y Orishas más populares. Sin embargo esta práctica cada vez se disuelve más en la decisión popular de llamar a cada uno por su verdadero nombre. Esto sucede, especialmente, porque ha cambiado la realidad de la vida y de la existencia en Cuba, han mejorado las condiciones de la vida material y espiritual, han disminuido los prejuicios étnicos, las prevenciones raciales y los practicantes disponen de más información y conocimientos sobre la verdadera esencia de sus religiones de origen africano. Todo esto ocurrió en un ambiente en el cual nunca las instituciones estatales han pretendido borrar la memoria histórica ni las tradiciones culturales de los diferentes pueblos que conformaron la nación cubana, todo lo contrario se crearon instituciones folklóricas, casas de cultura apoyados en centenares de instructores de artes preparados para el rescate de las tradiciones y costumbres ancestrales.
En este contexto la capacidad de resistir es mucho más fuerte y se encuentra en un proceso de establecimiento y expansión. De este modo, Shangó deja de ser cada vez más Santa Bárbara, Oshún es cada vez menos La Virgen del Cobre, Yemayá es más reconocida por sí misma que por la Virgen de Regla. Eleguá en vez del niño de Atocha, cada día es más simplemente Eleguá. Azowano-Babalú Ayé aún es muy reconocido como San Lázaro y cada vez más como Babalú Ayé; pero esto también cambiará. Sólo es una cuestión de tiempo.
La gran virtud de Osha-Ifá es haber sobrevivido todos estos años de lucha sin un enfrentamiento directo contra enemigos visibles y ocultos de diferentes religiones occidentales. Con el solo empleo del valor de las tradiciones y costumbres, de los valores de las reglas de Osha e Ifá, del valor del código ético de los Odun de Ifá y del código de Ika Fun, Osha-Ifá ha sobrevivido y contribuido a la mejora humana y ha triunfado en justa lid.
La estrategia natural ha sido su condición federativa. Osha-Ifá tiene una fuerte condición federativa dado que cada Rama o Casa de Osha derivada de un Babalosha o una Iyalosha de prestigio, consideración y respeto es independiente, ha sabido conservar celosamente sus orígenes y peculiaridades que las distinguen de las otras aunque tengan claras coincidencias y similitudes ampliamente aceptadas por todos los creyentes y seguidores, ya que el panteón religioso es único. Cada Casa o Rama, como núcleo fundamental y expresión abarcadora en su ámbito de acción, ha preservado su integridad y estructura a través de la fuerte discreción, el secretismo conveniente y los tabúes sobre la divulgación de las intimidades de la fe, así como ha aceptado a todo aquel que lo ha necesitado sin preguntar quién es ni qué posición tiene en la sociedad, solo exigiéndole que cumpla su Itá, las reglas y los códigos de la Santería.
Los distintos grados de consagración están compartimentados. Esta es una forma de lucha y resistencia. Cada sacerdote conoce lo que le corresponde por su jerarquía y nada más.
Muchos han sido los enemigos declarados ya sea por ignorancia, por intereses políticos o por ensañamiento teológico. Osha-Ifá en el pasado, e incluso actualmente, ha sido tildada por los peores detractores con los más ruines epítetos sólo por ser fuerte y convincente o porque se han topado con iniciados que, como en cualquier formación social humana, han confundido el camino de rectitud, limpieza de espíritu y decencia marcado por los Oshas, Orishas, Ancestros y Mayores vivos o ya fallecidos.
Cada quien que ha llegado a Osha-Ifá, si es bien atendido y respetado en su inocencia y humanidad por sacerdotes serios y fieles a la religión, ha sido compensado con la solución de los problemas que le condujeron al sacerdote.
Osha-Ifá no sale a buscar a nadie para que se inicie ni habla mal de otras religiones, tendencias políticas o de cualquier índole. Como forma de lucha, acepta a todos por igual sin que importe la raza, el credo o posición socioeconómica o cultural.
Osha-Ifá es convergente y asimiladora. Toma para sí todo aquello del pensamiento humano que le es útil. En definitiva, desde el punto de vista teológico, todo esto es lógico si se tiene en cuenta que Orula ha vivido todos los caminos del ser humano; sabe el presente, el pasado y el futuro de cada individuo y por ello cada modo de pensar le corresponde. De ahí que asimilar lo mejor del pensamiento de todas las culturas le es normal, le pertenece naturalmente y así puede tomarlo para enriquecerse intelectual y teológicamente.
Todo esto le ha fortalecido, pues muchos se identifican con este pensar y actuar y se suman porque están reflejados en los Patakíes y, al mismo tiempo, esto le ha servido a Osha-Ifá para resistir ampliamente y reunir adeptos.
En su larga resistencia adecuó el panteón africano que correspondía a deidades por localidad y pertenencia étnica a un nuevo panteón con los mismos dioses; esta vez jerarquizados y con una estructura tendiente al politeísmo teniendo un conjunto de deidades con un rol de principales y otros dioses jerarquizados por sus funciones y niveles de importancia en relación a la persona.
Así, aparecen como deidades supremas Olorun, Oloddumare, Olofin y Oduduwa, deidades inmediatas Eleguá, Ogún, Oshosi y Osun y en otro grupo Obatalá, Yemayá, Oshún, Shangó y Oyá, quienes juntos a otros responden a un mismo sistema adivinatorio.
El sistema adivinatorio de Osha-Ifá está dividido en tres subsistemas: el sistema oracular de Obí o Biange y Aditoto que emplea los cuatro pedazos de coco, el del Dilogún que usa los caracoles, y el de Ifá que usa el opkuele o los Ikines. Sin embargo, lo fundamental es que todos hacen referencia al mismo panteón y acuden al mismo cúmulo de conocimientos, sabiduría y experiencias que conserva Osha-Ifá por ser un mismo sistema teológico y filosófico y como única manera de explicar la vida y la existencia humana. Esta compleja y compacta estructura adivinatoria la hace infalible, sólida e indestructible.
Osha-Ifá en Cuba reestructuró todo el sistema de ceremonias y ritos, así como definió nuevas ceremonias que no tenían antecedentes en África. Incorporó el culto a Osain perteneciente a la cultura Bantú; y el culto a Egun y a Oro que en aquellas regiones africanas no pertenecían a Ifá como expresión religiosa. También aquí en Cuba apareció nítidamente el concepto de las consagraciones con sus niveles compromisorios, así como la concepción del Ángel de la Guarda y su ceremonia de definición por la naturaleza del propio ser del individuo y no por su pertenencia étnica o territorial.
Habiendo llegado a Cuba el sistema adivinatorio de Osha-Ifá en Odu, el Odu se convirtió en estas tierras en Oduns, Signos y Letras. En Cuba el discurso adivinatorio del Odu traído en verso y poesía desde África, se convirtió en prosa adivinatoria dentro de los Oduns, Signos y Letras; en historias y narraciones que describían la vida y los fenómenos socio-culturales de la nueva realidad. Osha-Ifá asimiló refranes, decires populares y la sabiduría de los pueblos españoles, genoveses, hebreos y otros muchos para fortalecer el fundamento de la charla adivinatoria. Se pertrechó de todo lo que le servía y aún le sirve para subsistir.
Ahora bien, ¿Qué es Ifá? Ifá es un cúmulo descomunal de conocimientos, sabiduría y experiencias que constantemente se actualizan con el progreso de los nuevos descubrimientos y las ciencias sobre la naturaleza, la sociedad, el pensar humano y el comportamiento de los individuos a lo largo de la historia de la humanidad. Ifá posee su propia dimensión de energía y de fuerzas que al llegar a Cuba se apropió, se acopló y concilió con la vibración del espacio-tiempo Cuba de una manera tan armónica, con todas esas energías, que hizo funcionar a la perfección los Odun de Ifá. De modo que de los 256 odun de Ifá en Cuba se expresan regularmente aquellos que son los fundamentales, sin los cuales Ifá no funcionaría adecuadamente, así como el resto de ellos.
Osha-Ifá no sólo es una cultura de resistencia sino también de penetración, tanto horizontal como vertical, de manera natural dentro de la geografía y la sociedad cubana. Actualmente se extiende a lo largo y ancho de Cuba; ha escalado a todos los niveles de la sociedad en todos los ámbitos. Ha dejado de ser sólo de los estratos menos beneficiados de la sociedad para también formar parte de las capas de mejores posiciones.
Hace ya tiempo que Osha-Ifá se ha expandido a otras latitudes del planeta y se ha establecido en las capas medias y altas de diversos países típicamente con otros arraigos religiosos. Esto es posible porque esta religión cubana de origen africano tiene qué ofrecer al individuo; tiene la capacidad de darle a sus creyentes y seguidores las herramientas que el hombre y la mujer actuales necesitan para subsistir en un medio árido y hostil. Osha-Ifá está ampliamente representada en Norte América, México, Venezuela, Puerto Rico, Panamá, España y el resto de Europa y hasta en el lejano y misterioso Japón hay seguidores de las doctrinas de Osha-Ifá.
Osha-Ifá, en medio de las grandes religiones del mundo, reclama su derecho y se afianza en su justa posición como una alternativa de Fe liberadora para los hombres y mujeres de la ciudad y de los más altos centros de desarrollo.
Las peculiaridades de Osha-Ifá le hacen triunfador por las perspectivas que brinda. Permite que el individuo tenga una comunicación directa con sus dioses sin que necesariamente intervenga ningún sacerdote. Una vez iniciado el individuo, conoce las herramientas mínimas esenciales para mantener una conversación íntima con sus Oshas u Orishas para hallar soluciones a los conflictos que pueda tener y por esto es atractiva, ya que le da un lugar específico a la persona diciéndole quién es él o ella y cómo se salva. Además brinda toda la esperanza necesaria para vivir en este plano.
Osha-Ifá atravesó la oprobiosa esclavitud impuesta por el férreo colonialismo español y sobrevivió también al brutal capitalismo dependiente, instalado con la república mediatizada hasta 1959, que despreció tanto al ser humano negro y pobre. Desde ese momento comenzó a vivir una etapa de esplendor a partir del triunfo de las luchas liberadoras revolucionarias hasta casi 1970 cuando muchas personas pudieron iniciarse.
Luego, desde 1970 y casi hasta el año 1985 hubo una exclusión ateísta muy fuerte y los creyentes no podían tener una vida social plena ya que las prevenciones religiosas imperantes segregaban a los religiosos sin importar su moral o rectitud social. Osha-Ifá sólo se ocultó nuevamente para subsistir y resistir. De este modo se mantuvo a bajísimos niveles de exposición pública; pero estaba ahí en el modo de pensar y entre las ropas y muebles de los creyentes. Posteriormente pudo disfrutar de un florecimiento inusitado cuando rápidamente comenzaron a desaparecer dichas prevenciones religiosas existentes en esos momentos.
La madurez qrmente pudo disfrutar de un florecimiento inusitado cuando rápidamente comenzaron a desaparecer dichas prevenciones religiosas existentes en esos momentos.
La madurez que ha alcanzado Osha-Ifá por su infinita capacidad de resistir y avanzar en cualquier medio socio político y cultural, le permite, hoy por hoy, proyectarse y establecerse en todos los continentes y latitudes.
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Agosto 2011 ¿Es Osha-Ifá una Cultura de Resistencia y Penetración?




Atentamente, MsC. Ernesto Valdés Jane Adé Yerí
Director del Proyecto Orunmila

Proyecto Orunmila
www.proyecto-orunmila.org


956 N. Leavitt, Chicago, Illinois, C.P: 60622 USA

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