LUZBY BERNAL

lunes, 27 de febrero de 2012

PURIM: UNA LECTURA FEMINISTA DEL MEGILA DE ESTHER

PURIM: UNA LECTURA FEMINISTA DEL MEGILA DE ESTHER

de Liga De Mujeres Judías Y De Los Derechos De Los Niños, el Lunes, 25 de octubre de 2010 a la(s) 13:46 ·
 
 
Purim: una lectura feminista de la “Meguilá de Ester”
Autor: Tzila Chelminsky

En estos difíciles momentos por los que está atravesando Israel (Irán el Informe Goldstone, etc.), es difícil escribir sobre la situación política, social o militar. En virtud de que estoy pasando por una onda feminista, y está por celebrarse Purim, analizaré un fenómeno que está teniendo lugar en Israel, y precisamente en círculos de mujeres religiosas y ortodoxas. La historia que leemos en Purim, se puede interpretar como un relato de subyugación sexual y de ambición política, cuyos personajes son un rey déspota, un ambicioso criminal, una mujer rebelde y una reina dócil y astuta. La lectura de la “Meguilá” deja incómodas a las feministas judías quienes, desde hace dos décadas, han tratando de encontrar nuevas respuestas a sus mensajes. Para este objeto se están llevando a cabo numerosos eventos en los cuales la “Meguilá” es leída por grupos de mujeres en días de estudio organizados por entidades religiosas como el Instituto Schechter de Estudios Judaícos; Kolech, un movimiento feminista ortodoxo; Tal-Torá, un centro de estudios entre generaciones (madres e hijas). En comunidades de Gush Etzión se regaló a mujeres el “Libro de Ester” en cumpleaños y eventos familiares. Estos programas de Purim son parte de un esfuerzo más amplio por parte de un movimiento feminista religioso. Muchas mujeres religiosas constituyen la fuente de sustento primordial de la familia y tienen amplio contacto con el mundo secular. Conscientes de su importancia dentro de su sociedad, tratan de participar más activamente y reclamar su lugar en el estudio de la Torá (e inclusive el Talmud), en el ritual religioso y en la comunidad, y uno de los modos de lograrlo es identificarse con las heroínas judías a través del estudio. Lo que sabemos sobre las mujeres del pasado es sólo lo que los hombres consideraron importante recordar y sus personalidades y sus actos han sido vistos e interpretados a través de un sistema de valores masculinos. Aun tratándose de textos bíblicos, los comentaristas prestaron poca atención a las matriarcas y heroínas militares como Débora o Yael. El conflicto central de la mujer religiosa hoy proviene del hecho de que parte de una tradición que considera a la mujer inferior por el mero hecho de ser mujer. 
 Recientemente, los investigadores han descubierto historias de mujeres extraordinarias desde la época bíblica, que se distinguieron por sí mismas a pesar de vivir en circunstancias restrictivas, Las feministas han empezado a reinterpretar a las heroínas bíblicas a través del prisma de sus propias experiencias como mujeres, y en ello han encontrado una fuente de sabiduría e identificación. No es pues de extrañarse que Purim haya sido uno de los principales focos de esta renovación: primero, porque la “Meguilá de Ester” es uno de los dos únicos textos religiosos con nombre de mujer (el otro es el libro de Ruth, que se lee en Shavuot): y segundo, porque tanto hombres como mujeres tienen la obligación de leerlo (a pesar de que para el “minián” las mujeres no son contadas). Dicen las mujeres ortodoxas que la celebración de Purim entre ellas no constituye un peligro o un cambio en su comunidad. Quizá sea porque Ester misma escribió el libro: “Y Ester la reina le escribió todas estas cosas a Mordejai el judío” (Cap.9 Vers.29); esta frase está escrita en femenino, como se observa en la conjugación en hebreo del verbo “escribir”. En el Talmud se menciona que Ester escribió a los 72 rabinos que formaban la Knéset Israel ( el cuerpo legal del judaísmo en la antigüedad) y exigió el ser recordada por generaciones. ¿Pero quién fue realmente Ester? Su nombre no es judío. El texto nos indica que su nombre hebreo era “Hadassa” (mirto), y que Ester viene de “Eshtoret”, diosa persa de la belleza y de la pasión, y también sugiere la palabra “hester” (escondido). Realmente sabemos muy poco sobre ella: sólo que era huérfana, y tenía sólo un papel reservado en la historia de su pueblo; pero no sabemos su edad ni su historia; tampoco si tiene hijos. Por lo tanto, Ester puede ser cualquier mujer. Lo que está claro es que la “Meguilá” es una historia de la diáspora, un modelo del éxito judío en tierra extraña, el tipo de relato que permite a los judíos de la diáspora conectarse con su antiguo pueblo, por medio de la asociación entre acontecimientos que tuvieron lugar en el extranjero y las historias bíblicas tradicionales. El tema aparece en otros relatos similares del Reino de Persia referidos por historiadores griegos como Herodoto, aunque nuevos estudios proponen que lo narrado en la “Meguilá” no es históricamente cierto, pero sí lo serían los lugares y el trasfondo. El “Libro de Ester” es un relato lleno de optimismo que preserva la identidad y continuidad judías. Los elementos cómicos en él no son casuales: son la esencia del libro y establecen los parámetros dentro de los cuales hay que leerlo. Llama la atención la enorme influencia que tuvo este relato como inspiración a un sinnúmero de pintores de valor universal.

Un banquete para hombres y otro para mujeres La historia empieza relatándonos que el rey Asuero lleva a cabo un banquete para sus cortesanos, mientras la reina Vashti organiza otro sólo para mujeres. Cuando el rey, ya un poco entrado en copas, le pide presentarse ante sus cortesanos “para mostrar su belleza”, Vashti se rehúsa categóricmente. Su desobediencia alarma a los cortesanos, que temen que el ejemplo cunda y genere una insurrección general de las mujeres del país. En términos modernos podríamos decir que los cortesanos tuvieron miedo de que Vashti fuese un modelo para la liberación femenina. El sexo masculino reaccionó defendiendo su posición y superioridad y logró que Vashti fuese ejecutada. De la narrativa se desprende que las mujeres de la corte eran objetos de entretenimiento y su papel era sólo el de satisfacer las necesidades masculinas de la mejor manera posible. Vashti es producto de la nobleza: su autoestima estaba ligada a su dignidad, por lo cual prefirió la muerte antes que renunciar a ella. Es curioso que generaciones de niñas judías se hayan negado a disfrazarse de reina Vasti, prefiriendo siempre a Ester. Por su parte, Ester aparece como la obediente prima de Mardoqueo (Mordejai), que aparece en la corte para competir en el papel de novia. Ester esconde su origen y, siguiendo las instrucciones de su primo, obedece en todo las leyes reales. Cuando el malvado Hamán convence al rey Asuero de que hay que asesinar a todos los judíos de su reino “puesto que sus leyes son diferentes y no cumplen las leyes del reino”, Mordejai recurre a su prima para salvarlos. Es la primera vez que Ester habla, diciendo a Mordejai que todos los súbditos del rey, incluida ella, pueden ser castigados con la muerte sólo con acercarse a los aposentos reales sin ser llamados. Cuando Mordejai la convence de que por una parte, el edicto real caerá asímismo sobre su cabeza y, además, que es posible que haya sido elevada a la posición real sólo para salvar a su pueblo, Ester se transforma de una persona obediente y pasiva en una hábil estratega profesional. Considerada la primera feminista judía, para las mujeres religiosas es un modelo: su profundidad, sensibilidad e inteligencia. Pero ellas se dedican al estudio formal y a la adquisición de conocimientos, y así podrán lograr el mejoramiento de sus familias, de su comunidad y de la sociedad en general. Según la profesora Alice Shalvi, Ester transformó su situación inferior en una victoria para ella y para los judíos. Usó sus atributos femeninos no con coquetería sino con inteligencia. Vashti y Mordejai se negaron a doblegarse: un acto admirable, pero que permitió que Hamán instaurara “la solución final”. La lectura tradicional presenta siempre a Vashti y Ester como personalidades opuestas: dos mujeres con una percepción diferente del papel de reina. Vashti buscó poder, lo perdió y murió. El poder de Ester fue interno y por eso sobrevivió. En el mundo masculino Vashti tiene que ser destruída; sólo Ester, que sabe usar su belleza femenina de manera manipulativa, puede sobrevivir.

Ester y Vashti son imágenes de un mismo espejo La interpretación feminista moderna revela una dialéctica mas compleja: es irónico que la decisión de Asuero de que “ninguna mujer (Vashti) le va a decir qué hacer”, pone en movimiento la cadena de acontecimientos que terminan cuando hace exactamente lo que otra mujer, Ester, le sugiere. Ester y Vashti son imágenes reflejadas en el mismo espejo: ambas, mujeres muy bellas, se enfrentan a las mismas decisiones. Ambas deben tomar un riesgo para mantener su posición, pero mientras Vashti se arriesga rehusándose a presentarse ante el rey, Ester se arriesga acercándose al rey sin ser llamada. Ester y Vashti son hoy estudiadas como heroínas feministas; son modelos que enfentaron la adversidad y cada una encontró una respuesta diferente. En esta historia triunfan los débiles. Pero actualmente los estudiosos de la materia se enfrentan con preguntas problemáticas: ¿qué tan bueno es ser una minoría? ¿Si los judíos se vengan al igual que los otros pueblos, si matamos en lugar de ser matados, qué aprendemos de la vida en el exilio y de la vida en nuestro país soberano? ¿Si esta historia es una fantasía de los débiles, qué debemos hacer cuando tenemos poder? ¿Qué peligro espiritual y ético enfrentamos cuando somos poderosos pero pretendemos no serlo? Las respuestas son profundamente perturbadoras y pueden aplicarse fácilmente a situaciones actuales. En reacción a ello, algunas sinagogas progresistas han evitado la lectura de los últimos capítulos de la “Meguilá”. Es notable que el nombre de Dios no esté mencionado en la “Meguilá”, escrita deliberadamente en un estilo secular extravagante para enseñarnos que Dios existe aun en lugares y situaciones que están lejos de ser sagrados. La historia de Purim no se refiere a sucesos divinos sino a maquinaciones humanas. En eso estriba tanto su grandeza como la esperanza. En ocasiones anteriores han tenido lugar en Israel serios ataques terroristas en Purim, por lo cual se ha transformado en una festividad problemática. Pero la responsabilidad estriba en enfrentarnos a dificultades y no en ignorarlas. Ese es el significado que se nos ha transmitido a lo largo de generaciones. 

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