Martes, 3 de abril, 2012 8:54 A.M.
¿Dónde está el payaso ése, que le llaman el Hombre Araña?
"Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”.
Todos podemos entender por qué a las
arañas les gusta vivir solas sin otras arañas. Las arañas consideran a
cualquier criatura de tamaño comible apropiado para comer, inclusive si
esa otra criatura es una araña. Ya que las arañas son agresivas en
cuanto a comer, ellas usualmente son lo suficientemente inteligentes
para no vivir demasiado cerca de otra araña.
Sin embargo, algunas arañas mexicanas
son un poco menos egoístas. Unas pocas especies de arañas tejen
telarañas comunales y comparten su presa las unas con las otras.
Algunas de las arañas hembras son madres amorosas con su prole. Estas
arañas solo pueden construir sus grandes comunidades en áreas tropicales
donde las presas son abundantes.
Cada una de esta especie inusual de
arañas mexicanas teje su propio “apartamento” dentro de la colonia de
arañas. Sin embargo, ésta conecta su telaraña en forma de orbe a las
telarañas orbe a su alrededor. Estas comunidades pueden ser inmensas,
teniendo hasta 7.000 arañas. Cada una es responsable de defender su
propio “apartamento” y de capturar su propia presa. Pero el hecho de
que cientos e inclusive miles de orbes están unidas da a cada araña una
mejor oportunidad de capturar su presa. Un insecto puede rebotar de una
telaraña solitaria. Sin embargo, cuando el único lugar que el insecto
tiene para rebotar es otra telaraña, es inevitable que el insecto sea
capturado.
Mientras que el egoísmo y la
supervivencia de los más aptos parecen ser la forma de salir adelante,
no originan nada productivo. Esto nos ofrece una pista de la verdad que
la Biblia claramente nos dice. Existen absolutos morales generales en
la creación, incluyendo el amor por los demás.
Oración:
Amado Señor, te agradezco que este no es completamente un mundo de
“hombre contra hombre.” Te pido que me perdones por aquellos tiempos en
que me amo a mí mismo más que a Ti a expensas de los demás. Dame Tu paz y
ayúdame a amar a otros como me amo a mí mismo. Amén.
Notas:
K. A. Fackelmann. 1982. The Social Spiders of Mexico. Science News, Aug. 7. P. 87.
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